La acuarela apuesta por la investigación en la técnica y por la interiorización de la imagen, pues este género de pintura es quizás el procedimiento que más conocimientos e inspiración exige; conocimientos del dibujo y del color para trazar con destreza y seguridad la pincelada en la inclinación, forma e intensidad debida; e inspiración para darle la vida necesaria.
Que no sea sólo el conjunto de líneas, tonos y colores, más o menos acertados, sino que además transmita, en su mayor grado, la admiración de la idea y el sentimiento que anima lo creado.